Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.
1Sa 7:12

Ha pasado todo un año, exactamente 365 días, días buenos y días malos, días llenos de gozo y días escasos de alegrías, días de los que hoy con regocijo recuerdas y días que no quisieras recordar.

Un año completo ha transcurrido; con muchas altas y bajas, un año con momentos que por completo han sido totalmente una lucha, luchas en los cuales agotas todas las fuerzas y energías u quedas tan agotado que no tienes ni el aliento suficiente para mantenerte de pie y seguir a delante. Muchas batallas has tenido que pelear con gigantes que te doblan en fuerzas, habilidad y destrezas.

Hoy te detienes y miras hacia atrás y puedes enumerar tantas cosas que has vivido y notas que eres parte de los que ahora se sienten como un o una fracasada, porque fueron tantas las cosas que perdiste por tu supuesta irresponsabilidad: amigos, relaciones, trabajos, tiempo, entre otros. Y te sientes frustrado/a porque dejaste pasar aquella oportunidad de demostrar de que estas hecho, solo por querer quedarte sosegado y no hacer nada porque estabas cansado/a y otro se te fue delante. Hoy te lamentas por las decisiones tan malas tomadas que han dejado en ti, un trago amargo y piensas que no tienes la posibilidad de recuperar todo lo perdido. Y no todo queda ahí, aun hay mas, no bien te sientes; porque ya todo el año junto con todo lo ocurrido, sino que aun la lucha no ha acabado: porque ahora tal vez terminaste el semestre, vienen las vacaciones del trabajo y te sientes solo, con el deseo de que nadie se te acerque y mantenerte lejos de todo el mundo porque te sientes tan mal que es mejor estar solo.

O tal vez me equivoco y dices ¡pues ahora es que se va a gozar!, y ya estás haciendo planes de los lugares que vas a visitar, de las grandes cantidades de cervezas que beberás y los grandes platos de comidas que puedas comer, de las tantas mujeres que te podrás tirar, porque supuesta mente este es el tiempo donde podemos hacer todo eso y más.

Me llama mucho la atención esta poción bíblica que por este medio quiero presentarles a ustedes, “Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.” 1 Sam. 7:12.

La historia donde se encuentra este texto bíblico se desarrolla en un momento de guerra del pueblo de Israel y ya ellos emocional y psicológicamente ya estaban perdidos, porque ellos no se veian capaz de poder vencer y en la lucha interna ya estaban derrotados. Pero al ellos acudir a Dios por via del profeta Samuel Dios les dio la victoria con un gran estruendo que atemorizo al ejercito enemigo lo cual le otorgo la victoria a Israel entonces: “Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.” Hoy es el momento oportuno para hacer como Samuel, y detenernos entre mispa (año 2009) y sen (año 2010) y poder decir que hemos llegado hasta aquí porque verdaderamente “nos ayudó Jehová”.

Hoy y ahora es el mejor de los tiempos para detenerte un poco y analizar el pasado, ver cómo fueron las cosas, en que fallaste, donde tropesaste y con que, y trazarte metas y objetivos alcanzables, haz planes bien estructurados y realizalos dedicando todas energias y fuerzas para lograrlo, pero lo mas importante has a Dios el invitado y promotor especial de ellos.

Feliz Navidad y feliz año 2010….