Objetivos alcanzables
En una calle principal de una ciudad todo el mundo, observaba como un vendedor de frutas que sintiéndose ofendido por un comprador, vociferaba pidiendo que se le soltara para demostrar lo macho de hombre que él era posible de ser.
A diario pensamos que ser valiente es golpear a quien nos ha ofendido. Cuan equivocados estamos cuando pensamos que con la fuerza solucionamos todo, solo en la mente de personas orgullosas, con falta de paz y sin orientación se albergan deseos de tal magnitud.
Nuestra vida está llena de problemas, dificultades, inconvenientes que nos dificultan nuestro diario vivir, pero sin embargo en nuestras mentes atesoramos los más grandes sueños, anhelos, y objetivos. A menudo se nos presentan barreras que nos impiden alcanzarlos.
¿Qué hacer cuando se nos presentan obstáculos?
Cuando nuestro Dios motivo al joven Josué a ser valiente para lograr su cometido de dirigir al pueblo de Israel a la tierra prometida, antepuso este mandato con uno anterior, el de “Esforzarse”. Hoy en día, carecemos de esfuerzo, hacemos lo posible de conseguir lo que necesitamos de una manera muy fácil, con mucha frecuencia evadimos todo lo que requiere de nuestro esfuerzo para obtenerlo, somos consumidores numero uno de la comida rápida “Fat food”, copiamos de la internet un trabajo que no nos lleve mucho tiempo buscar para no tener que dedicar tiempo en leerlo.
Pero todo involucra y necesita de nuestro esfuerzo. Por lo cual la única forma de vencer los obstáculos es esforzándonos, y dedicándonos.
Cuando sintamos que todo marche mal y que la corriente corra muy fuerte que no podamos seguir debemos depositar nuestra confianza en aquel que prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. “Esfuérzate”
¿Cuándo somos valientes?
Según la historia del llamado de Josué a dirigir el pueblo de Dios hacia la canaan terrenal, el antiguo dirigente “Moisés” recientemente había fallecido, lo cual a Josué se le presenta un gran desafío, y el debía enfrentar la situación, buscar una solución y actuar de acuerdo a la decisión.
Si aplicáramos estos mandatos en dirección a nuestras labores, nuestras vidas tomarían un nuevo rumbo, los resultados de nuestras tareas diarias serian de igual forma a la del joven Josué, el logró llevar al pueblo rebelde de Dios a la meta definida. El tomó el consejo, se esforzó y fue valiente, se aferró a Dios y alcanzó su objetivo.
Somos valientes cuando enfrentamos nuestras dificultades, cuando no le damos la espalda a las responsabilidades que tenemos por mas difíciles o grandes que podamos ver, cuando decidimos aceptar que nos equivocamos y nos responsabilizamos de las consecuencias que puedan ocurrir.
Un llamado para ti:
• Define lo que quieres hacer.
• Proponte metas alcanzables, si es posible pocas.
• Esfuérzate y mantén tu posición de lograr los propósitos ya definidos aunque sientas que todo se vaya a desplomar.
• Enfrenta las situaciones sin darle la espalda.
Nosotros
A través de los tiempos la humanidad está en decadencia, y desorientada. Nuestras vidas están siendo dirigidas y incursionadas por adultos en los cuales depositamos nuestra confianza y nos inclinamos a imitar, lamentarse por; no tener la oportunidad en su juventud o adolescencia de avances educativos u orientaciones en cuanto al crecimiento intelectual, moral e incluso lo espiritual, hoy día ellos son cautivos en su frustraciones causadas por recuerdos que mortifican sus vidas al verse inútiles y desprotegidos al momento de tomar decisiones o dar un paso importante en el avance cotidiano de sus vidas. ¿Qué sería del mundo y la sociedad de nuestro tiempo si nosotros hoy como jóvenes transitamos los mismos caminos que ellos?
En este mundo lleno de dificultades nos levantamos diciendo que nosotros podemos hacer la diferencia y disponiendo de nuestro tiempo y esfuerzo uniéndonos al Señor Jesús lograremos que nuestras vidas y la de los demás se tornen placenteras aun en tiempos de angustias.